En el Día Internacional de las Cooperativas: Te recuerdo, madre
5 de Julio de 2025


Hoy, cinco de julio, Día Internacional de las Cooperativas, no puedo evitar que lo primero que me brote del corazón sea tu nombre, mamá. Tu historia tejida con hilos de ternura y lucha es mi raíz. Me lleva directo a Paiwas, mi pueblo natal, donde mi niñez se bordó entre panes compartidos, costuras comunitarias, siembras colectivas y el murmullo de mujeres organizadas. Ahí estabas tú, Carmencita, pequeña de cuerpo pero gigante en capacidad de crear.

Eras el motor de todo. En los años 80, cuando la guerra y el hambre golpeaban fuerte, tú y las otras mujeres de la cooperativa sostuvieron la vida. A veces sin nada, pero con todo lo que importa: dignidad, juntanza y respeto. La vida en cooperativa, lo sé desde entonces, duele menos. Hasta con poco se puede ser feliz cuando se comparte el todo.

Tú me enseñaste que el respeto es el corazón de lo colectivo: respeto a las diferencias, a las formas, a las posibilidades, a los ritmos y a la sabiduría profunda de las mujeres que no sabían leer pero lo sabían todo.

Y aunque el Día de las Cooperativas se reconoció oficialmente en 1992, vos ya lo vivías mucho antes. Tu día era todos los días, entre fogones, telas y reuniones bajo los árboles. Siempre digo que tengo "mamitis", y es cierto. Entre más años cumplo, más te recuerdo. Porque tu amor no era solo mío: aún lo sienten las mujeres que tejieron la vida contigo, las que aún hoy me abrazan al nombrarte.

Gracias por enseñarme que una cooperativa no es solo trabajo compartido, es amor multiplicado. Hoy te celebro, mamá, y a todas las mujeres que como vos, parieron comunidad en medio del dolor.