Día Internacional por la Salud de las Mujeres: Placer, Autonomía y Salud Integral
28 de Mayo de 2025


Hoy celebramos el Día Internacional por la Salud de las Mujeres, un día para reflexionar sobre nuestra salud física, mental y emocional, y para cuestionar las estructuras y barreras que impiden que las mujeres accedan a un bienestar integral. Este día no solo nos invita a reconocer los avances en materia de salud, sino también a visibilizar los desafíos que enfrentamos, especialmente aquellos que surgen de las intersecciones de género, clase, raza, y otras dimensiones de nuestra identidad.

Salud Integral: Un Derecho en la Diversidad

La salud de las mujeres no puede reducirse únicamente a la ausencia de enfermedad. La salud integral es un concepto que engloba tanto el bienestar físico como mental, emocional y social. Sin embargo, muchas mujeres, especialmente aquellas que pertenecen a grupos marginalizados, enfrentan barreras estructurales que limitan su acceso a la atención médica de calidad, información, y recursos para cuidar de su bienestar. Las mujeres migrantes, trabajadoras del hogar, indígenas y rurales, entre otras, ven su salud comprometida debido a la exclusión, la falta de tiempo y las exigencias sociales que sobrecargan sus vidas.

Este día también es una oportunidad para reconocer cómo los distintas interseccionalidades (como el racismo, la pobreza, la violencia y la discriminación...) afectan nuestra salud. A menudo, estos factores no solo nos afectan físicamente, sino que tienen un impacto profundo en nuestra salud mental y emocional, limitando nuestra capacidad para vivir una vida saludable y plena.

El Placer como Parte Fundamental de la Salud

A menudo se pasa por alto que el placer es un componente esencial de nuestra salud integral. Como mujeres, nuestra relación con el placer ha sido históricamente marcada por el silencio, la vergüenza y la represión. El acto de masturbarse, por ejemplo, se ve todavía como un tabú, cuando debería ser considerado un acto de autoconocimiento, liberación y empoderamiento.

La sexualidad y el placer son aspectos vitales de nuestra identidad y nuestra salud. La autonomía sobre nuestros cuerpos, nuestra capacidad para decidir qué nos da placer y disfrutar de la intimidad con nosotras mismas, no es solo un derecho, sino también un medio para lograr un bienestar pleno. Es importante reconocer que el placer no solo es físico, sino también emocional y psicológico, y al reivindicarlo, estamos reclamando el control sobre nuestra vida y nuestra salud.

La Falta de Tiempo y las Cargas Invisibles

Para muchas mujeres, el acceso al tiempo y espacio para explorar su propio placer y cuidar su salud es un lujo difícil de obtener. Las cargas laborales y domésticas, especialmente para aquellas que trabajamos en el hogar, limitan profundamente el tiempo personal y la capacidad para practicar el autocuidado. Sin embargo, es crucial que las mujeres reivindiquemos ese espacio para nosotras mismas, que entendamos que el autocuidado no es un acto egoísta, sino un paso hacia la recuperación de nuestra autonomía y bienestar.

Este Día Internacional por la Salud de las Mujeres debe recordarnos la importancia de crear espacios que fomenten una vida saludable para todas las mujeres, donde el placer, la salud mental y emocional, y el autocuidado sean una prioridad. Solo entonces podremos decir que verdaderamente hemos alcanzado una salud integral.

Reivindicar la Salud de las Mujeres: Un Compromiso Colectivo

Hoy, mientras celebramos los avances en la salud de las mujeres, también debemos comprometernos a seguir luchando contra las desigualdades que afectan nuestra salud integral. Es hora de que todas las mujeres, sin importar su contexto o condición, tengamos acceso a una atención médica inclusiva y de calidad, a espacios para el autocuidado, y a la posibilidad de vivir nuestra sexualidad de forma libre y placentera.

El placer no debe ser un lujo, debe ser una parte fundamental de nuestra vida cotidiana. Al cuidar de nosotras mismas, tanto en lo físico como en lo emocional, estamos reafirmando nuestra autonomía y nuestra capacidad para disfrutar de una vida plena, digna y libre de violencia. Reivindiquemos nuestra salud en su totalidad: cuerpo, mente, alma y placer